¿Quién dijo la frase: “en la guerra y en el amor todo se vale”? No encontré una referencia exacta, pero sí me dio pie para escribir sobre un tema que seguramente a más de uno nos hace pensar: las finanzas en pareja.
Partimos de que todas las relaciones son diferentes por lo que no existe una fórmula mágica ni receta de cocina para cuando dos personas deciden vivir juntas o casarse. Mucho menos -entonces- hay normas escritas de cómo organizar el presupuesto familiar, aunque sí hay una gran verdad: es necesario hablar directamente del tema.
En las finanzas el amor no es ciego
Lograr los acuerdos sobre cómo administrar las finanzas en pareja es de suma importancia porque lo que afecte a uno afectará al otro en algún momento de la relación. Es poner el cimiento de un mejor futuro juntos.
La comunicación es clave para el consenso
La vida en pareja va más allá del aspecto sentimental, también contiene el “muy poco romántico” tema de las finanzas personales.
La comunicación es clave para que ambos sean justos, transparentes y razonables en su relación “financiera” y así evitar conflictos que afecten la relación. Se trata de no postergar las conversaciones relacionadas con este tema, por más incómodo que resulten.
Algunas preguntas que hay que resolver son: ¿Cuánto aportará cada uno? Quien gana más ¿aportará más? ¿Cómo se organizarán los gastos individuales y en común? ¿Cuáles son las deudas de cada uno? ¿Cómo se administrarán ahora los gustos y necesidades individuales?
Para llegar al consenso financiero en pareja, hay cinco acciones que se deben tomar:
Identificar los ingresos y gastos personales.
Definir los gastos personales de cada uno.
Distribuir los ingresos y gastos en un presupuesto común.
Integrar un fondo de emergencia.
Acordar el ahorro y la inversión para planes futuros.
El primer paso siempre será elaborar un presupuesto para tomar control del dinero, identificar aquellos gastos innecesarios y conocer las posibilidades de ahorro y endeudamiento.
Otro tema relevante es la contratación de seguros para evitar un desequilibrio financiero. Desde un seguro de Gastos Médicos Mayores o menores hasta un seguro de vida y ahorro para solventar las necesidades futuras; por ejemplo, si van a ser padres en el futuro prepararse para la llegada de los hijos. También revisar los seguros de auto y vivienda.
Y finalmente, este consenso los encaminará hacia la consolidación de un patrimonio en conjunto que les permita vivir un mejor futuro.
Cuidado con los hábitos destructivos como sería la infidelidad financiera al tener cuentas ocultas, no pagar las tarjetas o gastar los ahorros sin acuerdo previo.
Tres métodos para organizarnos en pareja
Si bien no existe un método ideal para organizar las finanzas en pareja, sí existen ahora metas en común por lo que es necesario poner manos a la obra para alcanzarlas, buscando personalizar cualquiera de las opciones a la situación y necesidades en conjunto.
Como decía al principio: no hay normas escritas, pero podemos identificar tres métodos para organizar las finanzas en pareja:
Contribución bruta: cada uno aporta el 50% de los gastos de la casa, independientemente del ingreso personal.
Proporcional: cada uno aporta el porcentaje de los gastos en relación con el porcentaje que representan sus ingresos en el total sumado de la pareja.
Combinación completa: cada uno aporta su sueldo total a una misma cuenta y de ahí se pagan todos los gastos de la casa, independientemente de quién gana más o menos.
La selección de alguno de estos métodos no es para toda la vida, se pueden evaluar en cualquier momento sus ventajas o desventajas para ajustarlo al que mejor convenga a la etapa de vida de la pareja.
El objetivo finalmente es encontrar el equilibrio entre lo tuyo, lo mío y lo nuestro.
Siempre será un buen momento para planear tus finanzas en pareja. Está demostrado que cuando se vive con una mayor seguridad financiera, se obtiene un mayor bienestar para disfrutar cada momento juntos.
¿Estamos listos?
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