Antes pensaba así. Mi ciclo financiero comenzaba con el año y terminaba con él. No veía más allá. Mis ahorros del año y mi aguinaldo estaban programados para iniciar el siguiente ciclo pagando deudas, predial, colegios, seguros, etc. El resto se asignaba a las compras de la temporada y alguno que otro viaje programado.
Y aunque llevaba un presupuesto mensual y anual, me faltaba esa mentalidad a largo plazo para ahorrar e invertir.
¿Cuánto dinero pasó por mis manos y cuánto tendría invertido con otra visión?
Para calcular cuánto podría haber ahorrado durante esos años, tendría que considerar mi ingreso promedio anual durante ese tiempo, multiplicarlo por los años que trabajé y considerar que al menos había un 10% anual destinado a ese propósito. El resultado sería lo que hoy -sin considerar ningún rendimiento- tendría acumulado como capital.
Si lo hicieras tú ¿cuál sería tu resultado?
De haberlo hecho es probable que hoy tuviera asegurados varios años de tranquilidad financiera sin necesidad de trabajar. Pero fue después de varios años, que me di cuenta de que si quería resultados diferentes tenía que hacer cosas diferentes.
Planear en tres tiempos
Después aprendí que para planear las finanzas personales me debo enfocar en tres tiempos.
El corto plazo para asegurar que se cubren las necesidades inmediatas e incluso que se puede ahorrar para los imprevistos o emergencias.
El mediano plazo para visualizar los recursos monetarios que se necesitan invertir para cumplir un objetivo particular como un enganche para una casa o adquirir un automóvil. Si se tiene esa planeación se evita caer en una deuda que pueda frenar nuestro crecimiento económico.
Y el largo plazo para prepararse ante los cambios de la vida laboral y personal. Porque lo quiera o no, llegarás al retiro, a la vejez y a lo que esta etapa conlleva. Se necesita contar con recursos económicos suficientes para vivir tranquilos, mantener el estilo de vida y tener acceso a buenos servicios de salud.
Asegurarse ante la adversidad
También me percaté de la importancia de contar con protección ante imprevistos, como un accidente o enfermedad. Nadie está exento de sufrirlos.
Si bien es importante el ahorro y la inversión, los seguros tienen el beneficio de impedir que una situación adversa menoscabe el esfuerzo que se haya hecho a lo largo de varios años para construir riqueza.
Los seguros tienen ese beneficio, es como contar con un escudo protector.
Cuestión de visualizar
¿Te has puesto a pensar cómo será tu vida dentro de 5, 10, 15 o 20 años? Si tienes hijos ¿qué edades tendrán en ese tiempo y qué edad tendrás tú?
Es complicado, lo sé. Es un ejercicio de visualización en el que se debe considerar en dónde estás hoy y pensar en los sueños que quieres cumplir en el futuro.
Todo es posible si se inicia hoy, no el año que viene. Hoy.
Habrá quien se imagina a sus hijos graduados. Quien piensa en llegar a una etapa de viajes en pareja conociendo países o lugares que siempre soñó. O quien tenga una visión más empresarial y quiere emprender un negocio para la posteridad. Depende de ti.
¿Quiénes no han hecho un plan así para un proyecto profesional o empresarial? ¿Por qué no lo podemos hacer para un proyecto personal y familiar? Si es en pareja y/o familia, mucho mejor.
Todo es posible si se inicia hoy, no el año que viene. Hoy.
¿Qué opinas? ¿Comenzamos?
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